Nuestra historia
Acerca de nosotros
Este sueño que comenzó por octubre de
1951, cuando los jóvenes Tomás Tarantino y Juan Carelli, decidieron emprender su propio negocio. Fueron durante muchos años empleados de una gomería, desde los 12 años, más o menos... Tomaron la experiencia y después de varios años, cuando tenían 22 y 30 años, apostaron a la gomería propia. Estaba ubicada en Alberti casi Olazábal, de ahí el nombre que hoy acuña este nombre familiar, que desde 1970 sentó base en Champagnat casi Alvarado.
Hijos de Mar del Plata, aunque descendientes directos de italianos, Tomás y Juan nunca aflojaron ante las vicisitudes y año tras año fueron llevando esta gomería a
convertirse en la principal de nuestra ciudad y la más innovadora en los años 80. Son dos personas que trabajaron mucho, durante muchas horas, con
un empeño típico de hijos de italianos que siempre están queriendo crecer.
Tarantino hijo inicio sus trabajos formales en ella en 1974, por su parte, Juan (H) se sumo formalmente en el 77, desde abajo, como simples empleados, y seguimos hoy como herederos de la empresa desde el 95, cuando nuestros padres nos entregaron el 100%. Ahí iniciamos una relación comercial más firme. Hicimos una nueva sociedad continuando con la trayectoria de los viejos, quienes, lo mejor que nos enseñaron es trabajar, y como ellos, damos todo. Ejemplos de empeño, de trabajo fuerte y responsable.
Contamos con lo más avanzado en tecnología y la mejor atención para ofrecer al cliente. Una de las muestras mayores la tuvieron en 1980, cuando se convirtieron en pioneros dentro de la zona, en el uso del sistema de precurado de neumáticos.
El sistema de renovación de gomas tuvo un cambio en el 79 cuando evolucionó y arrancó una tecnificación que hoy llego a sus niveles óptimos. Hoy una fábrica de reconstrucción tiene mucha más tecnología que una de cubiertas nuevas porque necesita pelear continuamente por la calidad y el rendimiento.
Gomería Alberti desde los inicios de este sistema ha ido evolucionando junto a la tecnología y es por ello que cuando acuñamos este sistema, venían ingenieros de Bs.As. a testear en nuestra planta sus materiales. Siempre avalados por Vipal, empresa brasilera con base en Rosario, uno de los mayores fabricantes del mundo de materiales de precurado.
Gomería Alberti es, hoy por hoy,
la única netamente marplatense y con tantos años de antigüedad. La perdurabilidad, como antes se dijo, tuvo netamente que ver con el esfuerzo y el amor que sintieron Carelli-Tarantino padres.
Llegamos a estos 65 años gracias a las ganas y el esfuerzo puesto pese a los problemas que se pueden suscitar. La base es la humildad de los Carelli-Tarantino de estar siempre con los pies sobre la tierra, trabajar todos los días, cumplir los horarios como cualquier empleado y más. Esta es la fórmula de una empresa que se mantuvo durante tantos años. Y no solo se mantiene gracias a la tarea de los miembros de las familias Carelli-Tarantino, sino también al trabajo asiduo de sus empleados.
En Mar del Plata,
se encuentran en planta trabajando quince personas. Ese espíritu familiar es el que traducen a los clientes ya que hace que el trato sea más personal, sin tantos pruritos para llegar a los dueños. “es un trato boca a boca”. Seguimos con un contacto con la gente muy cercano y
siempre estamos al tanto de la realidad de los empleados, tratamos de ser una gran familia.
En 65 años de historia es imposible que no se hayan dado momentos buenos y de los otros, pero “los malos se borran, siempre hay que recordar los que valen la pena”
A modo de retribución por todo lo hecho por Carelli-Tarantino padres y para demostrarles que la tradición familiar de ir creciendo día a día seguía firme, en noviembre de 2003, Horacio y Juan decidieron fundar gomería Alberti en Olavarría.
El proyecto, represento un desafío que contó con el apoyo incondicional de su proveedor, Vipal, tanto en lo humano, técnico y financiero.
Pensamos en Olavarría porque representa un punto geográfico central dentro de la provincia de Bs.As, entonces desde allí se puede tener buen alcance a otras grandes ciudades. Elevamos la propuesta a Vipal y les gusto, porque si bien tenían planta de reconstrucción avaladas en Capital y diferentes partes del país, no contaban con una en el centro del territorio y por eso nos apoyaron.
La planta de Olavarría es nuestro regalo para mostrarles a los viejos que seguíamos creciendo con el mismo empuje de ellos. En Olavarría se está creciendo y queremos que lo siga haciendo.
Actualmente (2019) seguimos trabajando y creciendo, con la tercera generación incorporándose poco a poco
para seguir con esta tradición familiar, siempre fomentando el esfuerzo y la dedicación que nos enseñaron los grandes fundadores.
